Agar como alternativa al packaging tradicional

Además de ser cada vez más empleado en las cocinas de todo el mundo debido a sus múltiples propiedades beneficiosas y utilizado como medio de cultivo bacteriológico, la versatilidad de este hidrocoloide vuelve a sorprendernos con una nueva aplicación. 

Son varias empresas ya las que exploran las posibilidades del agar en el mundo del envase y del embalaje mediante su empleo como fuente de bioplásticos, lo que supone una ventaja al ser una alternativa respetuosa con el medioambiente. 

Entre ellas encontramos a un grupo de investigadores japoneses con su proyecto denominado ‘Agar plasticity, a potential usefulness of agar for packaging and more’, que consiste en aprovechar el agar en polvo, creando un material nuevo que proteja las mercancías, facilitando un uso más sostenible y eficiente de los recursos naturales. 

El equipo ha trabajado en tres materiales experimentales: agar en polvo puro, este polvo mezclado con cenizas de conchas marinas y el polvo mezclado con fibras extraídas de algas rojas. 

Con el polvo puro han formado una película transparente y delgada, una almohadilla de relleno suelto y un paquete con amortiguación. 

Cuando lo combinan con las cenizas de las conchas y agua, se obtiene una masa que se puede moldear con potencial como para ser utilizado incluso industrialmente. 

Combinado con las fibras, se extrae un componente con distintas durezas y espesores y que puede diferir en usos, desde un envoltorio acolchado para macetas hasta para fabricar cajas. 

Por si no fuera poco, el agar es un hidrocoloide biodegradable por lo que su vida útil puede terminar en el océano o como relleno de un terreno.