Agar: una alternativa ecológica para conservar los alimentos

Jue, 13/02/2020 - 09:19
FRUTA

Los alimentos son, por naturaleza, perecederos. Su vida útil, es decir, el tiempo que estos pueden permanecer almacenados y mantenerse en condiciones óptimas nutricionales, sensoriales y de seguridad, condiciona su comercialización, coste de transporte y distribución, así como la cantidad de productos que pueden llegar a perderse. La durabilidad de un alimento no es sólo una cuestión económica de primer orden para la industria, que incide directamente en la competitividad del producto. Principalmente, una vida útil demasiado corta tiene implicaciones medioambientales como son el coste energético de conservación y la cantidad de producto desperdiciado por no llegar a ser consumido. 

A día de hoy, los productos que se usan para la conservación, como plásticos o conservantes, van en contra del interés de los consumidores por la alimentación sana y de calidad. Además, la creciente preocupación medioambiental hace que los consumidores tengan cada vez mayor interés en la eliminación de residuos, la reducción de tratamiento térmicos y la eliminación de conservantes artificiales.  

Cada vez existen más líneas de investigación abiertas sobre el uso de películas comestibles basadas en el empleo polisacáridos, proteínas, lípidos, aditivos y compuestos activos que permitan la conservación de los alimentos de una manera eficaz, sana y respetuosa con el medioambiente. Una de las opciones más interesantes es el uso del agar. 

El uso de extractos de algas como recubrimiento es una solución muy interesante, puesto que se trata de una materia prima de origen natural, biodegradable, abundante, renovable, sana y respetuosa con la naturaleza. 

Algunas de sus principales ventajas son:  

  • Son seguras para la salud y están libres de tóxicos 

  • Funcionan como barrera selectiva para la transferencia de gases y humedad 

  • Ralentizan el proceso de descomposición del alimento 

  • Preservan la textura, evitan la oxidación y pérdida de compuestos 

  • Evitan el crecimiento de bacterias 

  • Necesitan de una tecnología simple para su elaboración. 

  • Protegen a los alimentos de la acción física, química y mecánica. 

  • Son transparentes y no se detectan durante su consumo. 

  • Prolongan la vida útil de alimentos a través del control sobre el desarrollo de microorganismos.